Las renovables más maduras y rentables, y sin subvenciones, son la eólica terrestre y la fotovoltaica
Entrevista a Jorge Fernández, responsable del LAB de Energías y Medio Ambiente de Orkestra, Instituto Vasco de Competitividad

- La hoja de ruta es clara en Europa, avanzar hacia la descarbonización, y lograr así una economía más sostenible
- La Guerra de Ucrania no ha perjudicado al avance de las renovables, pero sí a los precios de la energía
- La ciudadanía notará el avance de las renovables, más que en su día a día en relación con la energía doméstica, en la reducción de los efectos contra el cambio climático y la mejora de la calidad de vida en las ciudades
City Motion: Visión general de la implantación de las energías renovables en España ¿Cómo han evolucionado las más importantes en los últimos años y qué planes hay para el futuro?
En general, en los últimos años ha evolucionado de forma positiva la capacidad instalada de energías renovables en España, con algunos altibajos; en parte relacionados con la normativa y la regulación. Así, entre 2015 y 2021 aumentó la capacidad instalada de instalaciones eólicas en unos 5.000 MW y la de instalaciones solares fotovoltaicas en unos 10.000 MW. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030, aprobado en 2020, prevé un fuerte crecimiento en el horizonte 2030 de tecnologías eléctricas como la eólica (hasta más de 50.000 MW), solar fotovoltaica (hasta más de 39.000 MW) y solar termoeléctrica (hasta 7.300 MW, 4.000 más que en la actualidad).
La capacidad de instalaciones hidráulicas de bombeo puro y de biomasa también se verá incrementada. Este plan está siendo revisado en la actualidad, al alza, para recoger los objetivos actualizados de la Unión Europea en términos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y de penetración de energías renovables.
CM: ¿Cuáles son las más importantes, en las que pueda ser referencia o estar por delante de otros países, y qué políticas se están implementando para ello?
Al margen del crecimiento puntual en la energía solar termoeléctrica, en la capacidad de bombeo y en biomasa, las tecnologías más maduras son la eólica terrestre y la fotovoltaica, y continuarán experimentando un fuerte crecimiento en el futuro, también en el País Vasco.
Otras tecnologías prometedoras son la eólica marina (aunque habrá que ver cuál podría ser un objetivo realista de implantación de centrales de este tipo). En lugares como el País Vasco existen un tejido empresarial e industrial y cadenas de valor muy potentes y completas relacionadas con energías como la eólica, la fotovoltaica o la termosolar.
Y generan valor económico a través de exportaciones de componentes y del despliegue de proyectos en todos los ámbitos, vasco, nacional o internacional. Desde hace tiempo, no perciben subvenciones las energías renovables eléctricas más maduras (eólica y fotovoltaica) y son generalmente rentables a los precios de mercado actuales. El Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de Energías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento (ERHA), es un plan de inversiones que pretende fortalecer la base tecnológica, de conocimiento, industrial y empresarial que existe en España (y, en particular, en el País Vasco) en torno a las energías limpias.
CM: ¿Cómo se deja notar esta implantación de las renovables en el día a día de ciudadanos, familias y empresas, cree que cambiará algo su vida cotidiana?
En el corto plazo, el desarrollo de los recursos energéticos distribuidos (entre ellos, instalaciones de generación renovable como la eólica o fotovoltaica) está dando lugar ya a nuevas formas de consumo (autoconsumo) y formas de organización de las actividades energéticas innovadoras, como las comunidades energéticas.
Por otra parte, aunque los cambios son graduales, la penetración masiva de energías renovables tendrá un impacto profundo a medio y largo plazo. En el ámbito eléctrico, dará lugar a energía eléctrica con bajas emisiones de gases de efecto invernadero en unos pocos años, lo que facilitará la electrificación de muchos usos finales de la energía y contribuirá a la descarbonización de la economía.
Además, el desarrollo y penetración de otros vectores energéticos (por ejemplo hidrógeno) y otras energías y tecnologías renovables (eólica marina, biomasa, nueva capacidad hidráulica de bombeo) o bajas en carbono (biometano) permitirán reducir emisiones en las áreas más difíciles de descarbonizar y, de esta manera, ayudar a mitigar el impacto del cambio climático. Ese será el impacto más relevante para la ciudadanía y las empresas.

La Guerra de Ucrania no ha perjudicado al avance de las renovables, pero sí a los precios de la energía
La invasión de Ucrania por parte de Rusia y la posterior guerra han exacerbado la crisis de precios energéticos, que venía gestándose desde finales de 2020, tras el inicio de la recuperación post-coronavirus. La Unión Europea ha reaccionado a esta crisis energética –y al intento de chantaje ruso— impulsando políticas orientadas a incrementar la eficiencia y el ahorro energético y acelerar la transición hacia sistemas energéticos más limpios, que, a corto plazo, tenderán a estabilizar los precios de la energía y, a medio plazo, tendrán efectos muy positivos sobre la seguridad de suministro en Europa, eliminando nuestra dependencia energética de Rusia.
Estas políticas están también apoyadas por un fuerte desembolso de capital público y por la puesta en marcha de mecanismos de colaboración y financiación para realizar las inversiones necesarias en toda la cadena de valor de la energía y en innovación, con un fuerte foco en las energías renovables.
CM: ¿Qué creen que han aportado a nivel nacional la Ley de Transición Ecológica y a nivel europeo la Directiva de Eficiencia Energética?
Las leyes nacionales de transición energética y cambio climático que se están aprobando en distintos Estados miembros de la UE, básicamente, transponen a las legislaciones nacionales las obligaciones que establece la UE en materia de política energético-climática, con un objetivo muy claro de avanzar rápidamente en materia de descarbonización.
Además, ponen los pilares de la gobernanza del proceso, incluyen otros posibles objetivos (por ejemplo en materia de innovación) y sientan las bases de las hojas de ruta de descarbonización, tanto en la dimensión temporal como sectorial. Y establecen mecanismos, herramientas políticas, financieras, económicas, fiscales, etc., para poder llevar a cabo toda la transformación.
Otro ámbito importante es el de la adaptación a las consecuencias del cambio climático. Las regiones también están aprobando o tramitando estas leyes. En el País Vasco, por ejemplo, se aprobará previsiblemente una ley de transición energética y cambio climático en 2023 que guiará las políticas que deben facilitar la transformación. El ámbito regional y local es muy relevante en esta transición, porque los cambios de detalle ocurren localmente (en instalaciones industriales, edificios, sistemas de transporte, etc.) y las condiciones de cada territorio (empresariales, culturales, orográficas, sociales, etc.) son muy relevantes para llegar a soluciones óptimas.
CM: Se ha notado un impulso fuerte del hidrógeno como fuente de energía, ¿qué proyectos ven más interesantes en esta materia?
El hidrógeno es un vector energético que contribuirá, seguro, a la matriz energética descarbonizada del futuro y podría incluso llegar a cubrir el 15% de la demanda final de energía. La principal incertidumbre en este momento es si el hidrógeno verde podrá ser relevante en ámbitos distintos de aquellos donde no es posible la electrificación del consumo de energía (como en la producción de calor/vapor de alta temperatura en determinadas industrias).
Para que esto ocurra, probablemente deberán producirse cambios tecnológicos disruptivos en distintos puntos de la cadena de valor del hidrógeno y en distintas tecnologías de uso final de energía. Al margen de esto, el hidrógeno verde tendrá un recorrido y un crecimiento claro.
En el País Vasco se están empezando a desarrollar múltiples proyectos relacionados con la producción, el transporte, el almacenamiento y el uso del hidrógeno en el llamado Corredor Vasco del Hidrógeno. En estos proyectos están participando decenas de empresas vascas en distintas cadenas de valor. Junto con la iniciativa público-privada del Basque Industrial Super Cluster (cuyo objetivo es la descarbonización de los hubs industriales en el País Vasco), dará impulso a proyectos de innovación y al desarrollo de soluciones tecnológicas y de servicios avanzados que generarán valor económico y empleo, y fortalecerán la competitividad de la industria vasca.
Lab de Energía y Medioambiente de Orkestra, el Instituto Vasco de Competitividad, impulsado por la Fundación Deusto
En el Lab de Energía y Medioambiente de Orkestra estamos estudiando la transición energética y hacia una economía medioambientalmente sostenible de una manera holística. Tratamos de entender la relación entre esta profunda transformación de toda la economía y la competitividad, tanto en el ámbito territorial como empresarial.
Este es un proceso complejo que requiere avances en múltiples áreas como la regulación energética, los mercados, las tecnologías, la financiación, las capacidades y el conocimiento, la gobernanza de los procesos, el apoyo de la ciudadanía, la economía circular, la innovación, los nuevos modelos de negocio, etc. En nuestros proyectos de investigación buscamos identificar, a través de un análisis económico y estratégico, las claves que deberían guiar la toma de decisiones por parte de instituciones públicas y privadas y empresas para alcanzar una economía sostenible, con cero emisiones netas con el menor coste posible. Y materializando el mayor número de oportunidades posibles entre las muchas que van a aparecer en la industria, en otros sectores como el transporte, la edificación y en los servicios avanzados.