Castilla y León es la comunidad española «más perjudicada» en acceso a fibra donde en sólo 35 de los 2.248 municipios los usuarios tienen opción a más de un operador para contratar este servicio. Así se desglosa de un informe elaborado por Roams a partir de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales y del que se hace eco Europa Press. Estos 35 municipios son los que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) engloba en las zonas competitivas, que define como aquellas en las que hay, al menos, un mínimo de tres operadores que ya han desplegado un 20 por ciento de fibra hasta los hogares castellanoleoneses.
«Esto se debe principalmente a que se trata de una comunidad con gran dispersión geográfica y una orografía complicada. Factores que dificultan y encarecen la expansión de infraestructuras de telecomunicaciones por parte de las operadoras», señalan desde Roams, plataforma digital en asesoramiento al consumidor en telefonía.
En términos demográficos, en estos 35 municipios hay una población que asciende a más de 1,4 millones de habitantes. Por tanto, teniendo en cuenta los últimos datos del INE que sitúan la población castellanoleonesa en cerca de 2,4 millones, prácticamente un 60 por ciento de los habitantes de Castilla y León tiene un abanico más amplio de redes y, por tanto, más operadores entre los que elegir a la hora de contratar una tarifa de fibra para el hogar.
Hay casos como Ávila o Soria, en los que únicamente la capital tiene acceso a varias redes de fibra óptica. Otros como Segovia y Zamora, en los que además de la capital de provincia, hay un municipio por cada una de ellas que son Cuéllar y Benavente, respectivamente, los que están en la zona competitiva.
En la provincia burgalesa, lo tienen Burgos, Miranda de Ebro y Aranda de Duero. En Palencia, además de la propia capital, están Venta de Baños y Villamuriel. Por su parte, en la provincia de León se han visto desplegadas, por ahora, infraestructuras de conexión de alta velocidad de varios operadores en León capital, Ponferrada, Astorga, San Andrés del Rabanedo, Valverde de la Virgen y Villaquilambre.
En Salamanca son Béjar, Ciudad Rodrigo, Carbajosa de la Sagrada, Peñaranda de Bracamonte, Santa Marta de Tormes, Villares de la Reina y la propia Salamanca. Y en la provincia de Valladolid, además de la propia capital, en Arroyo de la Encomienda, Cabezón de Pisuerga, Cigales, Cistérniga, Íscar, Laguna de Duero, Santovenia de Pisuerga, Tordesillas y Tudela.
En general, son los municipios más grandes y, por tanto, con mayor población y también aquellos que más cerca se encuentran de cada capital de provincia los que ya gozan del acceso a más de una red. «Llama la atención, por ejemplo, casos como el de Toro. Esta localidad se encuentra a mitad camino entre Zamora y Tordesillas, ambos lugares ya dentro de la zona competitiva, mientras que Toro no», detalla el informe. En el lado contrario, están los 2.213 municipios englobados en las zonas no competitivas y que, por tanto, dependen de Telefónica para disponer de fibra óptica, lo que convierte a Castilla y León en la comunidad española con mayor porcentaje de territorio sin acceso a varias redes de fibra óptica.
Aquí las posibilidades que se les plantean a los más de 959.000 habitantes que residen en estas localidades es contratar la fibra a través de sus operadores -Movistar y O2- o de aquellas compañías -en caso de que así sea- que alquilan la infraestructura a Telefónica. Además de fibra, en estas zonas existen otras opciones para disponer de internet como es el satélite y el 4G. Ahora bien, cualquiera de estas dos alternativas siempre será más cara que la fibra, apunan desde la plataforma.
«En fibra se pueden encontrar tarifas de 300 Mbps por un precio medio de 30 euros al mes; mientras que en satélite suele ser más caro y ofrece menor velocidad de internet, normalmente 200 Mbps por unos 35 euros al mes de media. Y de la misma forma sucede con el 4G, que se sitúa de media por encima de los 33 euros al mes», según datos de Roams.