Entrevistamos a Olegario Ramón Fernández, Alcalde de Ponferrada
Esta pequeña ciudad castellano-leonesa, capital de la comarca del Bierzo, se está convirtiendo en ciudad laboratorio para muchas empresas que quieren testar sus productos. Así, medidores de C02 inundan los espacios públicos y sus autobuses, entre otros proyectos relacionados especialmente con la innovación tecnológica. Ahora sus objetivos pasan por ofrecer un servicio de transporte atractivo que disuada a los ponferradinos de usar sus vehículos privados. Un bosque urbano nacerá de una escombrera y se crerán comunidades energéticas, entre muchas otras casas
Ponferrada es municipio capital de la comarca leones de El Bierzo, situada en la confluencia de los ríos Sil y Boeza. Sus algo más de 65.000 habitantes lo convierten en el municipio no capital de provincia más poblado de Castilla y León. Con una amplia extensión cuenta con 30 localidades. De hecho, desde el núcleo urbano y en tan solo diez minutos podemos situarnos en el entorno rural más recóndito.
El 80% de la población se concentra en el área urbana y según nos vamos alejando nos encontramos con poblaciones cada vez más dispersas y con menor número de habitantes, si bien las más cercanas son las más pobladas, llegando algunas a tener hasta 3.000 habitantes.
El medio rural está atendido por concesiones de la Dirección General de Transporte de Castilla y León. Es un servicio que se presta algunos días a la semana y en determinados horarios, a demanda de los usuarios, que deben solicitar el servicio. Una movilidad que genera quejas entre los bercianos, que ven como poblaciones de mayor tamaño son atendidas con fluidez a diario, según nos comenta Olegario Ramón Fernandez, alcalde de Ponferrada.
Ponferrada, en camino hacia la ciudad sostenible
Olegario Ramón Fernández es el alcalde de esta ciudad desde mayo de 2019. Un político que gobierna por PSOE con una pequeña alianza con Podemos y el partido Coalición por el Bierzo.
Ponferrada es una ciudad obligada, por su tamaño, a disponer de zonas de bajas emisiones según se establece en la nueva ley de cambio climático. La obligación de que los municipios de más de 50.000 habitantes implementen una zona de bajas emisiones es una ley que afecta en España a un total de 148 ciudades, desde Madrid o Barcelona, a ciudades como esta, que superan por poco los 50.000.
La nueva ley de cambio climático establece un plazo de dos años para que los ayuntamientos diseñen sus planes de movilidad en los cuales, no sólo se deberán implementar áreas libres de vehículos contaminantes, sino que se obligará a que las ciudades creen «corredores verdes» que conecten el centro con las zonas periurbanas, de tal forma que se favorezca el transporte a pie.
En esta línea, Pedro Olegario nos habla en esta entrevista de cómo es la vida y la movilidad en esta ciudad, capital de Bierzo y punto de conexión de peregrinos hacia Santiago, así como de los planes de futuro de su gobierno.
Ciudad laboratorio
“Como ciudad estamos trabajando en convertirnos en una ciudad laboratorio para aquellas empresas que quieran testar sus soluciones antes de salir al mercado. Ya hemos firmado varios convenios y esto de los medidores de CO2 surge de un convenio con una empresa, pero tenemos otros”.
Esta original apuesta recibe el nombre de Ponferrata City LAB. “Creo que ya somos un referente en innovación, en tecnología, en soluciones de IOT. De ahí viene que tengamos entre otras cosas medidores de C02, de partículas…
Ponferrada City LAB tiene el apoyo de la universidad de Ponferrada, Fundación CIUDEN del Ministerio de Transición y el apoyo del empresariado local, formando un hub tecnológico que está desarrollando cosas muy interesantes. También trabajan en la creación de comunidades energéticas, entre otras muchas cosas.
Ponferrada, de hecho, está ligada a varias iniciativas en relación con aspectos tecnológicos, como Ponferrada 3.0; o la adhesión de Ponferrada a la Red de Destinos Turísticos Inteligentes. Tanto como por el turismo rural como por su espectacular y renovado castillo templario, Ponferrada es un foco de interés turístico importante y en el que el ayuntamiento quiere seguir desarrollándose.
La Contaminación en Ponferrada
La contaminación en Ponferrada ha disminuido en los últimos años por un hecho, que por otro lado ha supuesto malestar para algunos ponferradinos, y es el cierre de la central térmica de Compostilla, situada a tan solo 8 km.
Pero Ponferrada tiene también una cementera y una acerera que producen bastantes emisiones nocivas, sin ser un problema demasiado preocupante para la ciudad.
El ayuntamiento acaba de instalar 10 medidores de partículas por toda la ciudad, que dan un reflejo de la contaminación, de las partículas, especialmente dependiendo del tráfico. “Nos dará información realista y actualizada y en tiempo real de nuestra calidad del aire”, afirma el alcalde. “Con ellos partiremos de datos reales para definir las zonas de baja emisiones”, añade.
Planes de peatonalización, zonas verdes
“Somos partidarios de reducir el tráfico en determinadas zonas y centro ciudad. Queremos crear vías de sentido único y hacer peatonalización pura”, comenta el edil. De hecho, a lo largo del próximo año harán la primera peatonalización, si bien, su principal apuesta pasa por vías de sentido único, con más espacio para los peatones.
En cuanto a zonas verdes, Ponferrada tiene como reto convertir una antigua escombrera de carbón, en un bosque verde, plantando más 7000 árboles de especies autóctonas, creando un aula de la naturaleza y espacio de juegos para los más pequeños.
Midiendo el C02 en todo momento
Una de las novedades más curiosas de Ponferrada, es la incorporación de medidores de C02 en diversos lugares de afluencia pública, como son los propios autobuses.
Los autobuses están dotados con medidores de CO2 en tiempo real para que, si se dan concentraciones altas, aumentar la ventilación. Además de en los autobuses, Ponferrada ha instalado medidores en diversos sitios públicos cerrados.
“Si llegamos a una concentración superior a 800 C02 (máximo), se procede a la ventilación. En el caso de los autobuses o bien abriendo puertas o las trampillas eléctricas si el vehículo está en marcha. Si se tiene que parar el servicio para realizar esa ventilación se hace”. Y añade, “desde la centrar en todo momento conocemos los niveles de C02 de cada autobús”, afirma Olegario.
El COVID en la movilidad de Ponferrada
El transporte urbano de Ponferrada no dejó de funcionar ni un solo momento durante la pandemia. Eso sí, como en todos lados hubo una caída de viajeros media del 42% y aun no se ha llegado a recuperar la normalidad.
“Queremos recuperar y mejorar la normalidad. Antes de la pandemia habíamos perdido viajeros por diversos motivos y todos estos esfuerzos van encaminados a dotar a la ciudad de un servicio de alta calidad que incluso les lleve a dejar sus vehículos privados para moverse en autobuses”. Hemos implantado el billete por tiempo. Esto significa que durante 45 minutos cualquier usuario puede coger los autobuses que necesite por el precio de un solo billete, sin coste adicional”, afirma Pedro Olegario.
¿Cómo es la movilidad en Ponferrada?
En palabras del edil, “creemos que el servicio de transporte público que prestamos es amplio, con una cobertura importante. Es verdad que hay cierta dependencia del vehículo privado, pero este equipo de gobierno quiere cambiar poco a poco esos hábitos, limitando su circulación. Creemos que tenemos que crear ciudades más habitables, más humanas, donde otros medios de transporte más sostenibles vayan ganando terreno”.
En Ponferrada la gente se mueve fundamentalmente en vehículo privado, un 42%, mientras que un nada desdeñable 38% lo hacen a pie y tan solo un 13% usan el transporte público. Por su parte, otros medios como la bici, tienen un uso testimonial.
Ponferrada cuenta con una red de autobuses urbanos, dos compañías de taxis y VTC. El ayuntamiento siempre ha sido la propietaria de los vehículos de transporte urbano. El año pasado, en 2020, sacó un concurso para renovar parte de su flota. En las características de este concurso se valoraba el tamaño de los vehículos, necesariamente reducido por la dificultad de circulación por esta ciudad. También se valoraba la calidad y seguridad del servicio.
“El propietario de los vehículos destinados al transporte urbano siempre ha sido el ayuntamiento, salvo algunos casos puntuales. Y nuestro objetivo pasa por ir a la gestión directa pura por parte del ayuntamiento. Hemos sacado un contrato puente de 2+1 con la idea de después asumir la gestión directa por parte del ayuntamiento”, afirma Olegario refiriéndose al nuevo contrato que sacó en 2020 y que ganó la empresa AUPSA.
Un nuevo servicio que recibe el nombre de SMT (Servicio Municipal de Transporte) y que incorpora múltiples mejoras desde el punto de vista tecnológico y de la calidad y seguridad.