Vie. Jun 9th, 2023

Incluso los objetivos de temperatura más optimistas pueden conducir a un aumento catastrófico del nivel del mar, que ya ha comenzado y afectará a las naciones de baja altitud. Es lo que muestra una investigación de la Universidad de Massachusetts Amherst, publicada en Earth’s Future, en relación al debate sobre limitar el aumento de la temperatura global por el exceso de gases de efecto invernadero a 1,5 o 2 grados centígrados por encima del promedio preindustrial.

Si bien el aumento de las temperaturas tiene muchos efectos nocivos en los ecosistemas globales, las economías y el bienestar humano, un equipo interdisciplinario de investigadores de la Universidad de Massachusetts enfatiza que la temperatura por sí sola no es una base suficiente para la política climática. El equipo se centró en la capa de hielo de la Antártida, que contiene la reserva de agua dulce más grande del mundo, suficiente para elevar los océanos en 58 metros, y que se está derritiendo a un ritmo acelerado.

Pero la física de la propia capa de hielo también contribuye a su licuefacción, que continuará durante milenios, incluso si se controlan las emisiones globales de carbono. Y debido a que el derretimiento del hielo puede retrasar el aumento de las temperaturas en la atmósfera, es concebible que la capa de hielo derretida pueda ayudar a mantener lo que comúnmente se considera un nivel «seguro» de calentamiento, digamos 1,5 grados, al tiempo que permite un aumento devastador del nivel del mar.

Además, toda esa agua de deshielo antártica no causará la misma cantidad de aumento del nivel del mar en todas partes del mundo. Algunas áreas del Mar Caribe, así como de los océanos Índico y Pacífico, experimentarán una parte desproporcionada del aumento del nivel del mar debido al hielo antártico, hasta un 33 % más que el promedio mundial.

Esta brecha entre la temperatura y el nivel del mar tiene repercusiones inmediatas para muchos lugares del mundo, y especialmente para la Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS), una organización de 39 naciones insulares y costeras de todo el mundo. De hecho, los autores del artículo muestran que, aunque los países de AOSIS han emitido una parte insignificante de los gases de efecto invernadero antropogénicos del planeta, están soportando la peor parte del aumento de las aguas del mundo.

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Por Luis Fernando Prieto

Periodista especializado en empresas y movilidad.

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