La responsabilidad de la reproducción humana a menudo ha recaído sobre las mujeres. Con el retraso de la maternidad y el aumento de las complicaciones para lograr un embarazo, los estudios sobre fertilidad se han focalizado en el factor femenino. Sin embargo, en los últimos años la ciencia ha empezado a centrar sus esfuerzos en los gametos masculinos. Por ello, Fertilab Barcelona en colaboración con la Universidad de Girona y TEHCNOSPERM, han abierto una nueva línea de investigación sobre las consecuencias de tener mal empaquetado el ADN del espermatozoide.
Los resultados de este estudio han sido presentados en el 38º Congreso de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE 2022), celebrado del 3 al 6 de julio en Milán. En él, el equipo de Fertilab Barcelona junto a sus colaboradores expusieron uno de los estudios enmarcados en el proyecto de investigación relacionado con el impacto del gameto masculino en el éxito reproductivo. “Estamos estudiando cómo la capacidad del espermatozoide para mantener empaquetado su genoma puede influir en la fecundación, en el desarrollo de los embriones y en sus tasas de éxito reproductivo”, revela el Dr. Sergi Novo, Embriólogo en Fertilab Barcelona. Y añade: “Hemos observado que mantener bien empaquetado el ADN del espermatozoide puede llegar a aumenta un 40% las tasas de éxito reproductivo”.
A nivel global, el estudio analiza molecularmente los gametos masculinos en contraste con los distintos indicadores que se evalúan para determinar el éxito de los ciclos de reproducción asistida. “Tradicionalmente, las investigaciones del genoma espermático se han focalizado en el análisis de su integridad y no en cómo éste se encuentra empaquetado dentro del núcleo del espermatozoide”, declara el Dr. Novo.
El empaquetamiento del ADN del gameto masculino: la posible explicación a problemas de reproducción en parejas jóvenes.
En el estudio preliminar presentado en la ESHRE se ha observado que existe una repercusión directa del grado de empaquetamiento del genoma espermático en las tasas de fecundación y de desarrollo hasta blastocisto. “Un ADN bien empaquetado conlleva una mayor tasa de fecundación”, añade el Dr. Novo. Cabe destacar que en el estudio se han utilizado muestras con valores espermáticos normales y que el impacto de un empaquetamiento deficiente se evidencia cuando el origen del óvulo procede de mujeres jóvenes. Cuando los óvulos proceden de mujeres mayores, los indicadores de éxito en reproducción asistida descienden, pero es debido a la calidad del óvulo y no al empaquetamiento del genoma espermático. El Dr. Novo revela que “la explicación podría ser que cuando genoma del esperma tiene un bajo grado de empaquetamiento, quedan zonas del ADN al descubierto que pueden ser dañadas por diferentes agentes”.
Con la introducción en las técnicas de reproducción asistida de la inyección intracitoplasmática de espermatozoides, o por sus siglas en inglés ICSI, se superaron muchos de los problemas procedentes de la parte masculina del proceso. Aparentemente, salvadas las limitaciones espermáticas junto con el poco margen que se tiene con los óvulos, la ciencia se centró en la selección embrionaria.
Actualmente, se está llegando a un techo en lo que respecta a la investigación y desarrollo en el campo de la selección embrionaria. Este contexto hace favorable que se vuelvan a destinar recursos a estudiar la parte masculina del proceso. El hombre suele producir un elevado número de gametos y es ahí donde la selección de la célula que va a contribuir en formar un nuevo organismo tiene que ser más precisa.
Parece ser que valores seminales normales y técnicas como el ICSI no son capaces de que esta selección sea del todo precisa. Todavía hay un largo camino que recorrer en este campo de investigación. “De hecho, así lo demuestran nuestros resultados, donde vemos qué pacientes catalogados con análisis y tratados con técnicas actuales logran resultados subóptimos y aparentemente inexplicables”, justifica el Dr. Novo. El empaquetamiento del genoma espermático podría ser uno de los factores que expliquen esto, pero seguro que existen otros factores que todavía se desconocen.