Los ministros de Economía y Finanzas de la UE han fracasado este lunes en su primer intento de exigir que los operadores de plataformas en los sectores del transporte de pasajeros y de alojamientos turísticos de corta duración, como es el caso de Uber o Airbnb, entre otras, sean responsables de recaudar y remitir el IVA a las autoridades fiscales cuando los proveedores de servicios no lo hagan para evitar una ventaja injusta respecto a taxis y hoteles.
El acuerdo sobre este expediente requiere unanimidad de los Veintisiete, por lo que las reticencias que ha expresado el ministro de Finanzas estonio, Mart Vorklaev, al respecto han frustrado el mandato de negociación que esperaba lograr la presidencia belga del Consejo para iniciar negociaciones con el Parlamento.
«El texto actual no resuelve nuestras principales preocupaciones», ha aseverado Vorklaev, quien cree que el peso de las nuevas normas no recaerá sobre las plataformas, sino sobre las pequeñas y medianas empresas (PYME) que prestan sus servicios a través de ellas, al tiempo que considera que los clientes acabarán pagando un precio más alto.
Por su lado, el ministro de Finanzas de Bélgica, Vincent van Peteghem, confía en llegar a un acuerdo antes de que finalice su presidencia semestral. «Ahora, tendremos que reflexionar sobre el camino a seguir, aunque estoy convencido de que lo que hay sobre la mesa es un buen compromiso que logra un buen equilibrio», ha afirmado, «decidido a seguir adelante».
Frente a los argumentos de Estonia, el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, ha defendido que la propuesta de la Comisión no aumenta el nivel impositivo sobre las PYME y ha incidido en que esta recoge cierta flexibilidad para que los Estados miembro adapten su aplicación a las PYME en función de sus circunstancias nacionales.
«Creo que en la propuesta de la presidencia belga ya se contempla la flexibilidad necesaria en el ámbito de las PYME, pero, por supuesto, estamos dispuestos a seguir cooperando y dialogando, ya que necesitamos un acuerdo sobre esta cuestión», ha agregado Gentiloni, quien ha advertido también del riesgo de caer en una contradicción: «Pedimos avanzar y luego no somos capaces de alcanzar compromisos».