En 2023 las transformaciones de vehículos de combustión a gas licuado de petróleo (GLP) se incrementaron un 13,9% en términos interanuales y superaron las 4.000 unidades, lo que significa mejorar las estimaciones de final de año de unas 3.800 transformaciones, según los datos de la Asociación de Transformadores de Vehículos (Astrave).
Esta subida, según Astrave, se debe a la necesidad de muchos conductores de conseguir la etiqueta ECO, ante la entrada en vigor de varias Zonas de Bajas Emisiones el pasado 1 de enero. Además, también han destacado el ahorro en combustible, ya que el precio de repostar GLP es entre un 30% y un 40% más barato que el de la gasolina, en función de las variaciones del mercado.
Para conseguir la etiqueta ECO con la adaptación a GLP, el vehículo debe ser gasolina matriculado a partir de 2006 o diésel con matricula a partir de 2016. El Toyota Corolla fue el modelo en el que más adaptaciones a GLP se hicieron durante el ejercicio anterior, seguido por el Toyota Prius, el Prius Plus y el Toyota Auris.
Esto significa que Toyota ha vuelto a ser la marca que más coches ha transformado a GLP, pero según Astrave no ha sido la única, ya que destacaron otros modelos como el Seat Ibiza, el Porsche Cayenne, el Nissan Qashqai o los modelos Sportage y Ceed de Kia.
«La adaptación a GLP como alternativa de transición hacia una movilidad sostenible ha conseguido un impulso muy importante durante los últimos años», ha opinado el presidente de Astrave, Javier Navarro. «Se trata de una tecnología muy consolidada que permite a los vehículos circular contaminando menos, ahorrar cada vez que repostan y prolongar la autonomía de sus vehículos», ha añadido.