“Hay que pensar desde el punto de vista del consumidor desde el primer momento”
Por María Victoria de Rojas
Desde AEVAC, Asociación Española del Vehículo Autónomo Conectado, promueven una movilidad inteligente, sostenible e integradora. Tienen como misión promover el desarrollo y la adopción de soluciones tecnológicas de movilidad, inteligentes y autónomas, que garanticen la plena independencia de todas las personas.
El verdadero impulsor del vehículo eléctrico probablemente sea el vehículo autónomo.
CityMotin.- Preside AEVAC. Cuénteme acerca de la asociación.
Aitor Fernández Martín.– Nació en 2017 en Asturias fruto de la relación que mantenía con David Hidalgo, hoy vicepresidente de la asociación. Los dos estábamos en temas de emprendimiento en el ecosistema asturiano y empezamos a plantearnos cómo se podía ayudar a la gente a mejorar su calidad de vida.
Hubo varios proyectos en este sentido y, en un determinado momento, él viaja con su pareja de vacaciones a Asia y a su regreso hablamos sobre todas las cosas que había visto. Este viaje era precisamente uno de los sueños que yo había tenido desde pequeño, pero con el tema de la pérdida de la vista hay muchas cosas que no me atrevo del todo a hacer. Existía un tipo de tecnología que podía ayudar en el futuro a solucionar este tipo de situaciones y cuando empezamos a mirarlo con detenimiento vimos que, lejos de poder ayudarme únicamente a mí, podría ayudar a muchísima otra gente, con o sin problemas, pero, sobre todo, a cualquier persona que no tuviera carné de conducir.
Haciendo un análisis del ecosistema en España nos dimos cuenta de que el principal problema que había era que las distintas tribus, las telecos, las tecnológicas, las de automoción…, no mantenían un diálogo abierto entre ellas. Así que la idea que tuvimos fue crear un espacio en el que se pudiera fomentar esa conversación entre las distintas partes.
Fundamos la asociación con la idea de impulsar la propiedad intelectual en nuestro país. Tiene dos vertientes muy claras: una parte tecnológica que genere propiedad intelectual, proyectos y talento; y otra parte social, donde ponemos a la persona, al consumidor, en el epicentro de todas las propuestas. No ya personas con necesidades específicas o diversidad funcional, sino que la persona en general tiene que ser el nexo común y el punto central donde confluyan todas las propuestas de valor.
A raíz de esto empezamos a tener un diálogo abierto con las instituciones y empresas del ecosistema y se nos fueron presentando varias oportunidades. Una de ellas, quizá la más importante, es el proyecto 5G MOVIX, que vincula el 5G con la movilidad autónoma. Es un consorcio de 57 empresas a nivel mundial en el que se trata de investigar un caso muy concreto: qué sucede cuando un vehículo conectado atraviesa una frontera. En Estados Unidos o China los estándares ocupan todo el país, pero en Europa, la variedad de Estados que tenemos provoca el que haya una variedad diferente en cada uno de ellos. Esto supone que, si un vehículo atraviesa la frontera entre España y Portugal y el estándar de comunicación es distinto, el coche dejará de funcionar. Para evitar esta situación la idea es crear un mercado común total a nivel de logística en el que se pueda competir directamente, a nivel de escala de refiero, con Estados Unidos o China. Quizá para un solo Estado no compense, pero si tú puedes llevar un camión desde Lisboa hasta Estocolmo quizá ya compense al favorecer el comercio a nivel global. Existen varios corredores como caso de uso y nosotros estamos participando en el hispanoportugués, un corredor 5G que une Vigo y Oporto.
Se han probado también una serie de tecnologías adicionales. Una de ellas es cómo se comunican los vehículos entre sí a través de la red 5G para sortear problemas que pueden deberse a puntos ciegos. Por ejemplo, un coche está adelantando a un camión y un segundo coche que quiere incorporarse al carril no ve si puede hacerlo. El primer coche envía una señal al segundo y le indica si puede o no hacerlo. Esto ya está testado y funciona muy bien. Otra cosa que también se ha testado y que parece que va muy bien es este mismo estilo de comunicaciones a la hora de sortear a un peatón que está saliendo a cruzar en un paso de cebra. Si hay un punto ciego, ¿cómo puede hacer el coche para comunicarse con su entorno y darse cuenta de que hay una persona que va a cruzar si no la puede ver desde su posición?
En este proyecto 5G MOVIX a nosotros nos han encargado la elaboración de un cuerpo de recomendaciones que se va a llevar a la Comisión Europea para la definición de estos estándares del 5G.
En España nos dimos cuenta de que el principal problema que había era que las distintas tribus, las telecos, las tecnológicas, las de automoción…, no mantenían un diálogo abierto entre ellas.
CityMotion.- Hablan de los desafíos y oportunidades que traen los vehículos autónomos y conectados en España. ¿Cuáles son?
Aitor Fernández Martín. Como país, tenemos un potencial enorme. España es uno de los sitios en los que a muy poca distancia tenemos todos los climas posibles, todas las condiciones humídicas posibles, y todos los tipos de nieve, lo que resulta muy interesante para hacer pruebas. Tenemos unas infraestructuras de primer nivel, áreas rurales bastante aisladas, grandes urbes, zonas completamente abandonadas, áreas de montaña, de meseta, de costa e insulares, todo ello a muy poca distancia. Esto, para una automovilística o cualquier otra empresa que quiera hacer pruebas de conducción con este tipo de tecnologías, resulta ideal porque tienen todo cerca lo que a nivel de costes es brutal. Es por ejemplo Granada. Estás en la costa y a muy pocos kilómetros, en Sierra Nevada, tienes nieve.
Además, somos un país tradicionalmente automovilista. Somos el segundo fabricante a nivel de Europa y, si no recuerdo mal, el octavo a nivel mundial, si no han cambiado las cosas con todos los problemas que estamos teniendo ahora con la cadena de suministro. Por lo tanto, es un país al que le interesa participar de lleno porque si no este producto, que va a ser de altísimo valor, se va a ir fuera.
Ahora mismo simplemente montamos los vehículos que fabricamos, pero lo que realmente va a aportar valor es el tema de los microchips, de la inteligencia artificial y demás. Esto va a llegar y tenemos que luchar para que se desarrolle en nuestro país y no se vaya fuera porque la fabricación no es necesariamente lo que más dinero aporta. No se debería dejar escapar esta oportunidad.
Debemos tener también en cuenta el tipo de población que tenemos. La pirámide poblacional se está invirtiendo y vamos a ser uno de los países con mayor número de personas mayores. Necesitamos dar servicio a toda esta gente. Antes mencionaba las necesidades especiales de las personas, pero es que ya no se trata solo de personas con diversidad funcional, es que estamos hablando de que todos vamos a llegar a un momento en el que vamos a necesitar algo específico. Hay personas con necesidades especiales permanentes, como puede ser la mía, pero también hay personas con necesidades específicas puntuales. Tienes un esguince en una muñeca, ya no puedes conducir y tienen que darte una solución. Hay que contemplar este tipo de cosas y para eso el sector de la discapacidad es ideal porque te hace esforzarte en pesar de una forma distinta. Hacer un producto bien diseñado de principio tiene unos costes relativamente bajos, pero como tengas que cambiar el producto una vez diseñado los costes son abismales. Por tanto, hay que pensar desde el punto de vista del consumidor desde el primer momento porque, de otro modo, además de elevar los costes puedes dejar a mucha gente fuera del mercado al no darles una solución.
Tenemos un gran desafío y es el tema normativo. Vamos con un poco de retraso y tenemos que hacer una serie de reformas a nivel legislativo para que los vehículos autónomos puedan circular con completa normalidad por las carreteras. Obviamente, la legislación tiene que ir en consonancia con la tecnología y tú no puedes poner un vehículo en la calle que no sea seguro. Por encima de cualquier otra cosa está la seguridad de las personas, pero no puede ser que en otros lugares ya se estén haciendo test con las debidas medidas de seguridad y aquí te encuentres con barreras. Es cierto que hay una normativa de la DGT que te permite solicitar una serie de permisos, pero hace falta mucho más, y habría que empezar a plantearse ya cómo va a ser esa legislación del futuro. Para ello es preciso tener en cuenta los estándares que se están haciendo a nivel internacional. En cierto modo, va en relación con el estudio que nosotros hemos realizado para que todo lo que se vaya haciendo sea escalabre y no nos quedemos aquí solo en cosas puntuales. Nuestro interés es que de verdad las medidas que se vayan desarrollando en España tengan un contexto internacional. Además, todavía quedan por trasponer una serie de directivas de la Unión Europea. Este es uno de los mayores desafíos que tenemos ahora mismo en España. Sé que se está empezando a avivar mucho el interés a nivel normativo. Nosotros estamos en conversaciones con instituciones políticas porque parece que se va a hacer a no tardar mucho, pero necesitamos darle la mayor agilidad posible porque son oportunidades que ya se están perdiendo.
O nosotros lo desarrollamos o nosotros lo compramos, pero no se puede frenar y lo queramos o no se va a hacer. Podemos participar en todo el desarrollo y obtener los beneficios que va a traer a nivel de transformación de la economía, porque va a afectar a todos los sectores, o quedarnos fuera y decidir que lo vamos a comprar al país que sea.
Tiene dos vertientes muy claras: una parte tecnológica que genere propiedad intelectual, proyectos y talento; y otra parte social, donde ponemos a la persona, al consumidor, en el epicentro de todas las propuestas.
CityMotion.- ¿En qué momento se encuentra su desarrollo?
Aitor Fernández Martín. Es una pregunta un tanto complicada porque hay distintos enfoques. Sin duda, Estados Unidos y China son los líderes a nivel mundial. Europa está un poco retrasada y, dentro de ella, España todavía está lejos de los países que más están invirtiendo. Nos hace falta prestar mucha más atención a este sector en la parte de conectividad y en la parte de autonomía.
Ahora se está invirtiendo muchísimo en electrificación, lo que está genial porque hace falta escalarlo y que suba el uso del vehículo eléctrico. Pero no hay que perder la perspectiva de que la verdadera ventaja, la propiedad intelectual, la va a aportar la parte del vehículo conectado y, sobre todo, la del vehículo autónomo. El valor de las grandes empresas tecnológicas que están rompiendo el mercado viene por la parte de la autonomía fundamentalmente en la que se va a poder dar una serie de servicios muy interesantes.
Una cosa interesante sobre este asunto es que se va a conseguir saltar de la concepción del vehículo como propiedad, a la concepción del vehículo como servicio. Este es ya un salto bastante interesante porque supone la utilización del vehículo en el momento en que lo necesitas sin que esté aparcado el 95 % de su tiempo. Todo esto va a permitir diseñar las ciudades de una forma diferente, plantear un modelo de ciudad distinto en el que el aparcamiento de superficie no sea tan abismal, en el que haya más espacios verdes y la ciudad sea más sostenible. Las nuevas ciudades van a llegar con este nuevo modelo de movilidad basado en la autonomía, en la conectividad y en el vehículo compartido.
Cuando nosotros hablamos de vehículo autónomo conectado nos referimos a todos: drones, trenes, metros, coches, camiones, esos pequeños autobuses que ves en los aeropuertos que te llevan de un punto a otro y que en algunos casos ya no tienen conductor porque tienen la ruta prefijada, EGV’s, vehículos industriales… Suponen una serie de situaciones muy distintas entre sí pero que tienen un nexo común a nivel tecnológico que se puede retroalimentar. El número de oportunidades que al final va a dar es enorme. Honda está planteando una serie de vehículos autónomos para la construcción, los hay ya para el sector de la agricultura, para el del transporte de personas, para la logística del last mile delivery… El comercio electrónico se ha impulsado muchísimo con todo esto. Siempre pongo como ejemplo que cuando llegó la pandemia me tuve que ir a una ciudad distinta en la que no conocía a nadie y estaba absolutamente solo. No tenía ayuda y fue horrible. Con un vehículo autónomo mis problemas se hubieran podido solucionar.
CityMotion.- Acerca de su historia personal, ¿cómo llega una persona ciega a presidir una asociación sobre movilidad?
Las nuevas ciudades van a llegar con este nuevo modelo de movilidad basado en la autonomía, en la conectividad y en el vehículo compartido.
Aitor Fernández Martín. Como decía Newton, esto es un camino a hombros de gigantes. Empiezas a hacer cosas no por ti, sino por tu entorno. Dicen por ahí que los premios Nobel quizás son los mayores enemigos de la ciencia porque premian a una persona cuando la realidad es que estamos en equipo. La asociación no nació única y exclusivamente por mí. Yo solo fui el que tuvo la visión inicial de empezar, pero al final hace falta mucha más gente con habilidades completamente distintas que hacen que la propuesta sea tan interesante.
Tuve un proceso de operaciones desde pequeño que acabaron desembocando en que perdiera la vista unos días antes de cumplir 14 años. Se rompieron muchos sueños que yo tenía. Quería dedicarme a la naturaleza en África o en América Latina y lo deseaba desde muy pequeño, quizá desde los 6 años. Fue un sueño que se rompió porque, claro, hacer todas estas cosas sin ver es un poco complicado. Me metí en el área de la economía, del marketing, del comercio digital y, un poquito antes de empezar todo esto, en el mundo del emprendimiento y en la innovación de los ecosistemas en Asturias. Allí fue donde se empezó a generar un gran volumen de relaciones y al conocer a David fue cuando empezamos a plantearnos el crear la asociación.
CityMotion.- ¿Están en comunicación con otras asociaciones similares o con intereses comunes de otros países?
Aitor Fernández Martín. Sí. Es más, nos conocen más a nivel internacional que a nivel nacional. Estamos intentando hacer el lobby que podemos, con los recursos que tenemos, en foros internacionales para impulsar todo esto. Al final vamos pasito a pasito intentando, en la medida de nuestras posibilidades, llegar a la mayor cantidad de sitios posible.
Una de las cosas que sabemos, por conversaciones que hemos tenido fuera con empresas, es que están muy interesadas en venir a España. Hemos hablado con gente de Estados Unidos que nos dice que España es un país con un potencial enorme, pero que es necesario que España sea el que lidere todo esto y no ellos. Es necesario que haya un interés real, manifiesto y fuerte por parte de las instituciones, de las empresas y de la sociedad españolas. Cuando esto se dé, vendrán. Hay mucho interés en venir a un país como España.
CityMotion.- Antes mencionaba un estudio que están realizando. Háblenos sobre él.
Aitor Fernández Martín. La asociación tiene un pilar tecnológico y un pilar social, pero, además, queremos que pasen cosas, que se generen proyectos en España y que con ello se atraiga talento e inversión y se cree propiedad intelectual. La generación de proyectos y la atracción de capital beneficiará a la economía y a la sociedad.
En este contexto de reforma normativa y de impulso de la movilidad a través de la generación de proyectos lo que hemos hecho ha sido desarrollar un estudio. Es una recopilación de los principales proyectos internaciones que existen hoy en día en los países que están invirtiendo en este tipo de tecnologías por un lado y, por otro, una recopilación de los principales estándares que vienen de los organismos normalizadores a nivel internacional y que buscan ordenar todo esto para que haya una cierta coherencia en las propuestas de las distintas compañías. En el estudio hablamos de los estándares que ya están publicados, donde va a haber poco que rascar, los que se están investigando y de aquello que todavía está por hacer.
El estudio se denomina “Hoja de ruta para la estandarización y legislación de vehículos autónomos en España”. Como su nombre indica es una hoja de ruta hasta el 2025 con los principales estándares que se pueden hacer para que un país, una región, una comunidad autónoma o un ayuntamiento, puedan tener una idea de qué camino seguir para impulsar esto en su territorio. O también para que una empresa pueda saber cuáles son los estándares más interesantes para conseguir financiación a futuro, fundamentalmente europea.
El estudio está organización en base a áreas tecnológicas y sus stakeholders para que, en función del sector y del interés que se tenga, se pueda avanzar en una línea concreta. Si en un determinado punto todavía no existen estándares, encaminarse hacia allí porque es la que ofrece más opciones para rentabilizar la inversión realizada.
Incluye también el tema de la legislación que comentaba antes y una última parte en la que se ha realizado una serie de entrevista a expertos nacionales e internacionales donde emitimos una relación de conclusiones y recomendaciones para que el vehículo autónomo conectado pueda ser una realidad en España.
El estudio está a la venta, tiene coste y se puede adquirir a través del enlace https://mailchi.mp/aevac.org/resumen-hoja-ruta. Queremos que sirva para educar sobre el potencial que tiene todo esto, pero, sobre todo, que sea el primer paso para empezar a hacer cosas. El objetivo real del estudio es pensar en qué podemos hacer para que distintos territorios o empresas empiecen a invertir de verdad es este tipo de tecnologías por el gran potencial que tienen. Estamos hablando de un mercado que entre el 2019 y el 2026 se va a multiplicar por más de 10 y en el que se están haciendo inversiones enormes, sobre todo en Estados Unidos y China. Las valoraciones de las grandes compañías están siendo muy superiores a las del sector tradicional por esta gran cantidad de servicios que va a traer la movilidad autónoma. No se puede dejar escapar esta oportunidad, sobre todo cuando España es fabricante y su valor principal es la producción. Pero el valor no va a estar en la producción sino en el desarrollo y tenemos que entenderlo.
Podemos participar en todo el desarrollo y obtener los beneficios que va a traer a nivel de transformación de la economía, porque va a afectar a todos los sectores, o quedarnos fuera y decidir que lo vamos a comprar al país que sea.
CityMotion.- Entonces, con la llegada de los fondos Next Generation ¿sería el momento ideal para dedicar a este tema ya que existe una gran partida destinada a la innovación?
Aitor Fernández Martín. Estos fondos son muy interesantes y lo van a ser en las futuras rondas que se hagan, pero yo no sé si en España se está invirtiendo en la movilidad autónoma. Siento que se está invirtiendo más en temas de electrificación.
La gente debería entender que el verdadero impulsor del vehículo eléctrico probablemente sea el vehículo autónomo que es el que aporta a nivel diferencial nuevos servicios. Y estos nuevos servicios los vas a querer tener.
El valor de las grandes empresas tecnológicas que están rompiendo el mercado viene por la parte de la autonomía.