La sesión de trabajo “Gobernanza y participación”, organizada por la Red Española para el Desarrollo Sostenible (REDS-SDSN Spain), ha abordado distintas propuestas para reforzar la participación ciudadana en los procesos de instalación de energías renovables, y con ello generar una mayor aceptación social en las comunidades donde se instalan estos proyectos.
La jornada se ha celebrado el pasado 13 de diciembre en la sede del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) en Madrid, reuniendo a representantes de la administración pública central y local, empresas del sector, eléctricas, sociedad civil, sindicatos, academia y agentes locales, quienes han dialogado en mesas de trabajo y con dinámicas para la generación de propuestas y buenas prácticas.
La convocatoria a esta sesión forma parte del proyecto impulsado desde REDS-SDSN Spain “Renovables con el territorio: una visión compartida”, con el que se busca cocrear una visión compartida entre actores clave sobre cómo debería ser el despliegue de las energías renovables en España hasta 2030 y 2050.
Información, transparencia y licencia social
En este marco, los participantes han analizado los momentos más adecuados para esa participación durante las etapas de despliegue de las energías renovables (eólica terrestre y solar fotovoltaica). También se han planteado acciones concretas para materializar esas intervenciones con las cuáles asegurar la aceptación social, necesaria para evitar el rechazo a los proyectos y mayores gastos económicos imprevistos.
Como elemento permanente en todo el proceso de despliegue, se destaca la necesidad de información y transparencia de parte de la empresa promotora y las autoridades hacia los agentes locales en los territorios donde se planifican estos proyectos, facilitando el acceso a la información y notificación. Se valora también la calidad de la información compartida que permite a las comunidades tener una mejor participación y aceptación de las plantas energéticas.
En el análisis temporal de los procesos de participación, es recurrente la mención a la importancia de la participación ciudadana desde el inicio del proyecto, en especial en las fases previas (evaluación tecno-económica y diseño) a la fase de información pública que ya existe actualmente. También se destaca la importancia de generar espacios de intervención en las primeras fases del proceso de despliegue, como serían las audiencias públicas, las consultas, las sesiones de información sobre beneficios y desafíos de los proyectos, visitas a proyectos ya en operación, la creación de grupos de trabajo local y reuniones con expertos, entre otras medidas.
Para la fase de operación, se plantea desarrollar y firmar acuerdos entre las empresas promotoras y los agentes locales con compromisos concretos de cooperación a lo largo de toda la vida útil de los proyectos; establecer mecanismos de seguimiento y adaptabilidad de dichos acuerdos; comunicar y coordinar las acciones y posibilidades en los procesos de repotenciación con las administraciones y ciudadanía local. También hay un cierto grado de acuerdo sobre diferentes mecanismos referentes a la participación accionarial o financiación.
Los participantes han resaltado la importancia de generar con todo esto un proceso de licencia social, entendida por un lado como la sensibilización sobre las energías renovables, y por otro como la aceptación de un proyecto que puede generar cambios y beneficios para las comunidades, todo a través de los diferentes momentos de participación en el proceso de despliegue.