El crowdshipping o entregas colaborativas son un concepto que lleva años triunfando en nuestro país vecino. Llegó a España el pasado febrero, de la mano de la startup gala, Shopopop, la plataforma número 1 en entregas colaborativas entre los supermercados europeos.
El éxito de este concepto radica en los múltiples beneficios que tiene su modelo para supermercados y pequeños comercios, ya que mediante su comunidad de “shoppers”, se aprovecha el trayecto diario de un ciudadano para entregar un paquete a otro que está en su mismo camino, normalmente un vecino.
En este sentido, el sistema de entregas colaborativas ayuda a las grandes superficies a mejorar su sistema de delivery y hacerlo más eficiente, dando respuesta a la creciente demanda de inmediatez en estos servicios.
Por otro lado, al carecer de coste estructural o tecnológico, Shopopop permite a los mayoristas y minoristas reducir costes, ya que la integración de flotas de delivery suele ser un proceso costoso y en ocasiones inasumible.
“Gracias a nuestro expertise en la industria de distribución alimentaria en Francia, donde trabajamos con los principales actores como Auchan, Carrefour, Casino, E.Leclerc, Intermarché, Système U, etc., estamos listos para trabajar de la mano con los supermercados españoles y conseguir que seamos parte esencial en su crecimiento”, apunta Clara Lloveres, Country Manager de Shopopop.
Componente social y sostenible
Por otro lado, el crowdshipping es un aliciente para aquellos ciudadanos que, cada vez más, valoran positivamente que los comercios cuenten con servicios sostenibles y colaborativos.
De hecho, aproximadamente el 25% de las emisiones totales de gases contaminantes proceden del transporte de mercancías, que además es responsable de provocar el 20% del tráfico en las ciudades, emisiones que Shopopop contribuye a evitar y reducir.