Mientras que el volumen de negocio generado por el sector de la arquitectura y la construcción en España es el cuarto más grande de la Unión Europea (UE), el volumen que se obtiene de nuestros productos y servicios fuera de nuestro país apenas supera el 2% del total, situándose en el séptimo puesto de la UE. Estos datos contrastan con las cifras de países como Reino Unido, que encabeza la lista con un 14,1% del volumen total de las exportaciones; seguido de Francia, con un 4,2%. Alemania, con tan solo un 1,3% de exportaciones, destaca por su volumen de negocio total del sector, lo que hace que ese pequeño porcentaje se traduzca en un gran volumen de negocio exportado.
Ante esta situación, y conscientes de la relevancia del sector -que representa un 5,7% del PIB de nuestro país- y de la necesidad de internacionalizar su trabajo, el Observatorio 2030, la mesa de trabajo sectorial del Consejo Superior del Colegio de Arquitectos de España (CSCAE) presentó ayer su Estudio de la actividad exportadora del sector de la arquitectura y la edificación en España.
Este informe, elaborado por el Grupo de Trabajo 3 Ciudad y Territorio de Calidad del Observatorio, tiene como objetivo promover la actividad exportadora del sector mediante la elaboración de un conjunto de líneas de actuación que faciliten e incentiven su desarrollo en el exterior.
Así, el estudio incluye un mapeo de elementos clave del sector como análisis previo para detectar futuras tendencias y puntos a reforzar para elaborar propuestas de valor que integren a todos los agentes activos. Además, se hace una revisión en profundidad diversos casos de estudio internacionales para hacer una recapitulación de buenas prácticas.
Con la mirada puesta en 2030, el estudio realiza una revisión crítica de la imagen del sector de la arquitectura y la edificación español en los mercados internacionales, en contraposición con la imagen interior asimilada por los principales agentes.
Desde la sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), la presentación del informe comenzó con unas palabras de Sigfrido Herráez, decano del COAM, quien recalcó la “inmensa importancia de este estudio, porque refleja nuestro buen hacer desde el mundo de la arquitectura, de la construcción y de la ingeniería”. Asimismo, se contó con la presencia de Francisco Machancoses, subdirector general de Asuntos Sociales, Educativos, Culturales, de Sanidad y de Consumo de la Secretaría de Estado del Ministerio de Exteriores, quien felicitó a los allí presentes por “la capacidad de sector en nuestros país para adaptar nuevas propuestas y su potencial internacional, factores que muestran su enorme calidad”.
Tras sus intervenciones, dieron paso a la presentación del informe por parte de representantes IDOM, quienes desde el Grupo de Trabajo 3 Ciudad y Territorio de Calidad han liderado la elaboración del informe.
María Álvarez Mingoranca (IDOM), comenzó diciendo que “la realización del estudio partió de la idea de hacerse una serie de preguntas para darles las respuestas adecuadas de forma conjunta desde el Observatorio: dónde estamos como sector; dónde queremos estar; y cómo hemos de trabajar para lograrlo”. Álvarez hizo alusión también al cambio de paradigma que se ha vivido en el sector de la arquitectura en los últimos años, sobre todo a raíz de la última crisis económica: “la crisis de 2009 hizo que muchos compañeros se vieran forzados a irse a trabajar fuera más por necesidad que por convicción. Creo que el escenario actual es mucho más esperanzador”.
Por su parte, Graciela Sánchez Calveta (IDOM) señaló que el estudio es un reflejo de una serie de reflexiones en torno al relato reputacional único del sector que “engloba al mismo tiempo la diversificación de distintos relatos según el mercado o el producto que queramos exportar”. A estas palabras añadió el compromiso plasmado en el informe “por un sector resiliente, competitivo y flexible. Adaptado a los mercados de destino y de excelencia fundamentada en la sostenibilidad y la innovación”.
Concluyó la presentación del Estudio de la actividad exportadora del sector de la arquitectura y la edificación en EspañaCarlos Sambricio (IDOM), quien explicó que el texto “recoge 60 acciones categorizadas por tipografía y por capacidad temporal de desarrollo -a corto, medio, o largo plazo-”. Además, por cada indicador que se quiere potenciar se recoge un caso de éxito de aquel país que sobresale en cada aspecto del sector.
Tras la presentación del estudio tuvo lugar una mesa debate moderada por Ángela Baldellou, directora del Observatorio 2030 del CSCAE quien comenzó diciendo que “este informe abre un camino en un contexto de oportunidades enorme, lo que hace inexcusable que no seamos capaces entre todos de poner en marcha nuestro plan de acción”. Durante la mesa intervinieron Concha Maza, presidenta de la plataforma de innovación social La Cultora; Manolo Blanco, presidente de la Conferencia de Escuelas de Arquitectura de España y director de la E.T.S.A.M.; Ana Serrano, directora de comunicación de SEOPAN; Lucinio Muñoz, director de Fundación ICO; y Sol Candela, directora Fundación ARQUIA.
Todos ellos han recalcado la excelente calidad del trabajo de los profesionales de la arquitectura y la construcción de nuestro país. En este sentido, Blanco señaló que “hay que hacer entender a nuestros diplomáticos que la arquitectura es un bien valiosísimo y uno de los principales activos de nuestro país. Somos únicos porque en España tenemos dos carreras en torno a la arquitectura. Los estudiantes de la carrera de arquitectura de nuestro país en realidad están cursando dos: la de arquitecto y la de ingeniero equivalente. Nuestros arquitectos y arquitectas son los más competitivos del mercado internacional”.
El evento fue clausurado por la presidenta en funciones del CSCAE Marta Vall-Llossera, quien aprovechó la ocasión para refrendar la posición de España como “un centro de producción arquitectónica”. La presidenta en funciones hizo alusión a ese prestigio y valor diferencial de la Arquitectura española en el ámbito internacional como “instrumento que incentive y promocione la continuidad y expansión de nuestros profesionales y de nuestras empresas del sector en el exterior”.
Vall-Llossera celebró además la elaboración de este estudio, que servirá como “hoja de ruta para posicionarnos en las áreas de influencia de otros países, consiguiendo la implantación exitosa de nuestras empresas, permitiéndolas competir en igualdad de condiciones y aportando su seña de identidad propia creada en torno a la investigación, a la innovación tecnológica, a la especialización y a la alta cualificación que identifica a nuestros profesionales y por las que han adquirido el prestigio que del que ahora gozan”.