Sáb. Dic 7th, 2024

El hidrógeno verde -o renovable- ocupa, más que nunca, un lugar destacado en la agenda política y económica. Durante mucho tiempo se ha dicho que el gas está destinado a seguir siendo una «tecnología del futuro».

Sin embargo, la popularidad del hidrógeno verde, que responde al doble reto de descarbonizar la economía al tiempo que desbloquea la seguridad energética, está creciendo, especialmente entre los
líderes políticos y las comunidades empresariales y de inversión. A pesar de que sus costes de producción siguen siendo elevados y de que aún quedan por resolver algunas cuestiones técnicas, el hidrógeno verde no sólo representa una oportunidad tecnológica para alcanzar el nivel cero, sino también una oportunidad de inversión financiera.

Diferentes tonos de hidrógeno

El hidrógeno no es una fuente de energía directamente disponible como el carbón o el petróleo, sino
un vector energético como la electricidad o el calor. Para recuperar el hidrógeno puro, hay que
aislarlo mediante un proceso químico.

El hidrógeno gris, que se produce a partir de hidrocarburos, es la forma más extendida de hidrógeno,
ya que representa el 96% del hidrógeno mundial. También es la forma de hidrógeno más
contaminante (alrededor del 2% de las emisiones totales de CO2).

El hidrógeno azul -cada vez más popular- también se genera a partir de combustibles fósiles, pero sus
emisiones de CO2 se capturan y almacenan. El hidrógeno verde, por su parte, está reconocido como
la forma más limpia, ya que se produce mediante la descomposición del agua utilizando energía
renovable.

La expansión del hidrógeno verde cobra impulso

El mes de junio fue testigo de una gran cantidad de noticias positivas para la futura expansión del hidrógeno verde. Dos grandes petroleras, BP y TotalEnergies, anunciaron enormes inversiones en la producción de energía renovable -solar y eólica- para la producción de hidrógeno verde. BP aporta 36.000 millones de dólares al proyecto Asian Renewable Energy Hub en Australia, que producirá 26 gigavatios (GW) de electricidad, la mayor instalación de este tipo. Con el tiempo se producirán 1,6
millones de toneladas de hidrógeno verde al año.

Shell también se está preparando para lanzarse al ruedo, junto con muchas otras empresas de diferentes sectores que participan en la cadena de valor del hidrógeno verde. Los responsables políticos de Europa y de todo el mundo también están muy entusiasmados con este gas. En el marco de su Plan REPower de la UE, introducido en mayo para reducir la dependencia del gas ruso, la Comisión Europea ha hecho hincapié en el hidrógeno renovable. El objetivo de la Comisión es producir 10 millones de toneladas de hidrógeno renovable e importar 10 millones de toneladas para 2030.

La COP26 de Glasgow, en noviembre de 2021, reunió a 32 países y a la UE en torno a este compromiso de desbloquear el hidrógeno «limpio»: el hidrógeno verde y el hidrógeno azul.

El informe ha sido elaborado por Simon Perrin, especialista en inversión sostenible del Banco Mirabaud.

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Por Luis Fernando Prieto

Periodista especializado en empresas y movilidad.

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