El sector gasista ha advertido de que la sustitución del parque actual de calderas en España por bombas de calor como solución para la descarbonización residencial «no será posible en España», ya que no representa la mejor solución dado el tipo de edificación en el país y tendría un coste económico de 201.314 millones de euros.
En un informe realizado por Sedigás con Arthur D. Little, la patronal estimó que esa sustitución del parque actual de calderas -unos 11,1 millones de equipos entre los 8,9 millones de atmosféricas y los 2,2 millones de condensación- hacia la aerotermia equivaldría a cerca de dos veces el gasto público en Sanidad nacional y 15 veces más que el reemplazo a calderas de gas de alta eficiencia.
En concreto, subrayaron que el despliegue de la bomba de calor requiere como poco una inversión que supera el 90% de la renta media neta disponible, con un importe de unos 18.000 euros.
Además, a esta sustitución de las calderas por la solución de la electrificación de las bombas de calor, habría que añadir una «alta inversión» en infraestructura eléctrica, con el fin de duplicar la red de distribución eléctrica actual para su suministro.
Y es que el sector residencial en España parte de una realidad diferente a la de otros países de Europa, con un consumo menor de energía que la media europea -un 17% del total frente al 40%, y, sobre ese porcentaje, en torno a un 40% asociado a la calefacción, lo que supone que las viviendas son responsables del 12-15% del total de emisiones, frente al 36% del resto del continente-, estimó la asociación.
Por ello, en rueda de prensa, el presidente de Sedigás, Joan Batalla, consideró que para la descarbonizacion de la calefacción de los hogares en España se debe apostar por «por la eficiencia energética de los equipos y la apuesta por los gases renovables», teniendo en cuenta el potencial en biometano del país que permitiría descarbonizar la práctica totalidad de la demanda para calefacción.
«No se requiere cambiar equipos ni nuevas calderas de condensación, que ya están preparadas para incluso porcentajes de hidrógeno«, añadió al respecto.
Potencial del biometano
Y es que, con las estimaciones de la patronal gasista, España tiene un potencial de 163 teravatios hora (TWh) anuales de generación de biometano, cifra que permitiría cubrir holgadamente el 100% de esa demanda doméstica de gas en el país.
Batalla defendió que no existe «una única y exclusiva» alternativa para descarbonizar la calefacción de los hogares, por lo que se debe contar con todas las opciones renovables disponibles, facilitando el principio de neutralidad tecnológica. A este respecto, Sedigás cree que el carácter renovable del sistema de calefacción no depende de la tecnología, «sino del combustible», por lo que la electrificación no debe ser considerado el único camino para alcanzar los objetivos de descarbonización.
El sector gasista no despreció la bomba de calor como sistema para ello, ya que puede ser una solución adecuada para hogares con una renta media disponible elevada y una edificación horizontal, como ocurre en países del norte de Europa, aunque subrayó que en el caso de España es «prácticamente imposible» su adopción por los requisitos de espacio exigidos por los sistemas de aerotermia.