Sáb. Oct 12th, 2024

La Sociedad Española de Fertilidad ha dejado estos días un dato demoledor. España se sitúa como el segundo territorio de la Unión Europea con la tasa de fertilidad más baja, equivalente a 1,23 hijos por mujer, según los últimos datos facilitados por la Oficina Europea de Estadística (Eurostat) sobre los nacimientos en la UE.

Aunque los efectos de la pandemia en la fertilidad masculina y femenina aún no se conocen por completo, la crisis sanitaria ha aumentado el deseo de las personas de formar una familia. Esta situación provocó que Fertilab Barcelona incrementara un 20% los pacientes de los tratamientos de reproducción asistida en 2020, en plena pandemia, respecto al año 2019. Además, para el 2022 se prevé un aumento de otro porcentaje similar de las parejas que acuden a ciclos de reproducción asistida.

En este contexto, la medicina reproductiva es una de las especialidades médicas donde se han producido más avances tecnológicos con el objetivo de aumentar el éxito de los tratamientos de reproducción asistida. Actualmente, el éxito entendido como “niño en casa” se cifra en un 86,2% en fecundación In Vitro con ovodonación y 41% con óvulos propios tras un solo ciclo, en un 45,7% en Inseminación Artificial con Donante, en un 68% la transferencia de Blastocito con DGP y en un 46% con adopción de embriones, según los últimos datos oficiales auditados de Fertilab Barcelona.

Tendencias 2022: ¿Cómo será el futuro de la medicina reproductiva?

El mundo de la reproducción asistida parece estar dando grandes pasos. Por ello, la doctora Federica Moffa, Directora médica de Fertilab Barcelona destaca las siguientes tendencias para los próximos años: 

1.       Inclusividad LGBTQ+

Los pacientes no solo recurren en pareja a los tratamientos de reproducción asistida. Hoy en día se prioriza el deseo de tener un bebé antes del modelo de familia convencional. La construcción de familias LGBTQ+ o mujeres solteras, también requiere servicios de reproducción de terceras personas, concretamente, donantes de óvulos y/o donantes de esperma.

2.       Avances tecnológicos

Sin lugar a duda, en el ámbito de la reproducción asistida la tecnología contribuye a ofrecer un mejor servicio a los pacientes. Hoy en día, es muy habitual solicitar estudios de compatibilidad genética entre el paciente y el donante que permiten identificar problemas genéticos que puedan afectar al bebé. Además, también se está incorporando el uso de robots y procesos mecánicos que permiten una mayor precisión en los procesos microscópicos. En la misma línea, la tecnología está facilitando que se realicen tratamientos en remoto. Actualmente, el 70% de los pacientes de Fertilab son extranjeros y utilizan la telemedicina personalizada para realizar el seguimiento rutinario que requiere este proceso.

3.       Preservación de la fertilidad

A partir de los 35 años en la mujer y 45 en los hombres la fertilidad empieza a bajar. Sin embargo, actualmente el retraso de la paternidad se puede considerar como la principal causa del incremento de esterilidad en España. Por ello, está en auge conservar los óvulos para poder recurrir a ellos en el caso que en el futuro se tenga dificultades de quedarse embarazados.

4.       Disminución de la calidad del semen masculino

En cuanto a la calidad del semen masculino, hace unos años los valores de referencia de la OMS en la concentración de espermatozoides era de 20 millones de espermatozoides por mL. Sin embargo, en la última actualización, la OMS disminuyó la cifra y reveló que el mínimo actual para que un hombre sea considerado fértil son 15 millones de espermatozoides por mililitro.

5.       Cambios en las políticas sociales

España necesita de políticas sociales para ayudar e impulsar la paternidad en el país. Los jóvenes no tienen un proyecto reproductivo ni se plantean ser padres jóvenes. Crear medidas sociales e invertir en planes que ayuden a los padres y madres con el reto de tener hijos, tener más y poder compaginarlo con los proyectos laborales. Postergar la maternidad depende de factores sociales que no se pueden controlar, lo ideal es tener hijos jóvenes, no más allá de los 35 años. “Falta información, educación y ayudas sociales”, concluye la doctora Federica Moffa.

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Por Luis Fernando Prieto

Periodista especializado en empresas y movilidad.

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